Tolerancia. Es la capacidad de admitir opiniones o ideologías diferentes a las propias, permitir costumbres y aceptar comportamientos diferentes con un trato respetuoso y pacífico.
Equidad. Es el reconocimiento social de cada persona, se manifiesta en la distribución de servicios y en la aplicación de las normas institucionales.
Solidaridad. Es la interdependencia social que une a los seres humanos en una comunidad de intereses.
Autoestima. Es la valoración de sí mismo con reconocimiento de cualidades y limitaciones. Se manifiesta en la ética del respeto individual por la salud física, emocional, intelectual, moral y social.
Responsabilidad. Es la respuesta eficiente a los compromisos. Se aprecia en el cumplimiento eficiente de los deberes y obligaciones, ejercicio racional de los derechos y en el reconocimiento del incumplimiento y propuesta de enmienda pertinente.
Respeto. Es el reconocimiento especial de las personas, las instituciones y los objetos materiales. Resalta la ética del cuidado social en la valoración de costumbres, vivencias, inventarios culturales y manifestaciones comunitarias.
Honestidad. Es la presencia de la rectitud de actuar como ética del cuidado individual y social. Se manifiesta el valor universal de la integridad de la persona, de la consciencia de sus actos, de la transparencia cualquiera que sea el escenario donde actúe en consideración del beneficio individual y colectivo
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